jueves, 20 de enero de 2011

Construcción social de la masculinidad y feminidad.

Asignatura: Orientación para la Vida
Nivel: Primeros Años





Es tarea urgente para los partidos políticos de América latina y el Caribe reflexionar en torno a las prioridades políticas y sociales que tenemos, y al lugar de las mujeres en torno a ellas. Por eso, el 27 de marzo habrá en nuestra Cancillería un debate sobre el rol de la mujer como agente de cambio en el desarrollo político, económico y social de nuestras sociedades.La presencia de destacadas líderes partidarias, funcionarias y militantes políticas y sociales de toda América latina nos dejará un profundo llamado a la reflexión y a la acción.Porque cuando de derechos humanos y de desarrollo en equidad se trata la inacción no es una opción. Por eso me siento honrado de la labor de nuestro Parlamento en la reciente sanción de la Ley de protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres.

La desigualdad entre hombres y mujeres ha formado parte de la agenda pública internacional desde aquella primera reunión en 1975, en la Ciudad de México, pasando por Copenhague, Nairobi y Beijing, entre otras. Podemos constatar un importante progreso, al menos en la retórica política, que ha permitido considerar la igualdad entre mujeres y hombres como objetivo de desarrollo, así como parte integral de los derechos humanos fundamentales.
La perspectiva de género en las políticas públicas es una herramienta para cambiar las relaciones sociales y democratizarlas, al poner el énfasis en que los estereotipos sociales, que refuerzan la desigualdad y la discriminación, no son inherentes a lo biológico sino una construcción social que puede y debe modificarse.
Ello supone un proceso democrático. Respetar la equidad de género tiene impactos positivos para toda la sociedad, ya que es esencial para cortar la reproducción del círculo vicioso de la pobreza.
Para ello son necesarias nuevas normas laborales y rediscutir los criterios de organización familiar. La sociedad debe hacerse cargo de esta realidad apoyando a las organizaciones de mujeres que proponen nuevas y concretas medidas para el ámbito doméstico, laboral, político y empresarial.



La identidad sexual forma parte de la identidad total de las personas, las cual posiibilita elreconocimiento, aceptación y desenvolvimiento como seres humanos con una dimensio sexual definida.

En el momento que uno lee el comentario sobre la problematica de la mujer en América y Caribe, piensa que estamos viviendo en el siglo XXI y que esto no es posible, pero la verdad es  que  las mijeres en sus puestos de trabajo ganan menos que los hombres, y están ejerciendo el mismo puesto que esto.




Todavia existen países que buscan limitar la capacidad de la mujer a un simple objeto sexual, o un ser que no puede pensar por sí mismo. La falsa construcción de una masculinidad y feminidad basada en conceptos machistas es que permite la desiguldad social en este aspecto.http://revistas.ucm.es/edu/11300531/articulos/DIDA0808110247A.PDF

Cuando alentamos a los varones que jueguen al aire libre y en grupos y en las  niñas pormovemos una actitud más pasiva, estamos buscando construir una masculinidad y feminidad basada en la superioridad del sexo masculino sobre el femenino y de esta manera enseñar a las mujeres a no pensar en puestos más elevados porque estos deben ser ocupados por los hombres.

El género figura entre los términos de reciente introducción en el lenguaje mediático y político. Utilizado como término sustitutivo de sexo o de mujer, tal perspectiva implica una mirada a la diferencia sexual como construcción cultural. Propone una alternativa a las tradicionales interpretaciones esencialistas de las identidades masculinas y femeninas al considerarlas como producto social y no de la naturaleza. Y sitúa la organización sociocultural de la diferencia sexual como eje decisivo en la organización política y económica de nuestro mundo. 

Los discursos de género han elaborado diferentes representaciones culturales que han creado arquetipos populares de masculinidad y feminidad. Asociadas inicialmente con la naturaleza y más tarde con la cultura, crearon un imaginario colectivo extendido sobre supuestas características y cometidos sociales de hombres y mujeres. Los arquetipos de género desempeñaron un papel decisivo en el desarrollo y pervivencia de prácticas sociales, creencias y códigos de comportamiento diferenciados según el sexo. 

Entre ellos, el discurso de la domesticidad asentó los parámetros de la sociedad industrial moderna desde el sistema de género. En el contexto de la emergencia de la nueva sociedad industrial liberal, marcó las creencias y valores asociados con la diferencia sexual y justificó el poder masculino y la subalternidad de las mujeres. Bajo la cobertura de la moderna voz de irrefutable autoridad de las ciencias, reforzó la tradicional lógica religiosa para redefinir a la identidad femenina en función de la maternidad entendida como deber social ineludible. Vertebrado entorno a un ideario de domesticidad, definía a las mujeres como madres y esposas abnegadas, dedicadas a la familia, sin proyecto de vida propia. 

Evocadas en modelos femeninos de "ángel del hogar" o de "perfecta casada", las señas de identidad femenina se formulaban desde la naturaleza y la diferencia sexual biológica de la reproducción. Implícitamente, esta construcción cultural dejaba a las mujeres sin el reconocimiento de un requisito básico de la modernidad: la individualidad. 

Y, como denunció Simone de Beauvoir, las mujeres se definían como el "segundo sexo", cuya identidad se construía en función del otro sexo, del varón. La dedicación de las mujeres a las tareas domésticas entendidas de exclusiva incumbencia femenina se reforzada en este modelo que significó su enclaustración en la casa. La división de los espacios de hombres y mujeres significó su exclusión del espacio público, prohibición que explica la resistencia al sufragio femenino y las dificultades de lograr la paridad de género en la representación política.
El discurso de género construyó la identidad masculina en otros términos: superioridad, trabajo, sostén económico del hogar, virilidad, ciudadanía y perfil de hombre público. Ubicados en la esfera de la cultura, de la razón, de la individualidad y del espacio público, los hombres se convirtieron en único sostén económico de la familia. El trabajo fue pilar identitario de la masculinidad moderna que parece haber entrado en crisis con la precariedad laboral de la sociedad postindustrial actual. El arquetipo masculino detentaba la autoridad económica y política de este nuevo orden moral de la economía de mercado y de la modernidad. 






                 A principios de nuestro siglo XXI el Estado ya no da cobertura legal a la discriminación de las mujeres. El principio de la igualdad se inscribe en la ley y en los valores culturales y la asociación de la mujer con la naturaleza o el espacio privado queda cuestionada. Pero cabe la pregunta de si permanecen lecturas culturales ocultas del discurso de género que contribuyen a mantener prácticas sociales discriminatorias que limitan las opciones de las mujeres. 
¿Podemos afirmar que cuestiones como la tendencia de asignar a las mujeres la atención a los hijos y a los ancianos, la lentitud de la inserción igualitaria de los varones en el espacio doméstico y sus trabajos, las actitudes discriminatorias hacia las mujeres en el trabajo a pesar de mejores expedientes académicos o el déficit de mujeres en puestos de responsabilidad en el mundo político, académico y profesional, pueden obviar una explicación en clave de la pervivencia de elementos del discurso de domesticidad? 

Es preciso abrir una reflexión en torno al discurso de género del siglo XXI que a pesar de su capacidad de adaptación a los cambios culturales aún no se asienta del todo en el principio de la igualdad. Y cabe otro debate sobre el peso de la lógica de la igualdad de género, nuestros valores culturales y prácticas sociales. 

para ver mas información haga clic en la siguiente dirección:
http://www.razonypalabra.org.mx/anteriores/n40/lcastillo.html

y luego haz clic en la presentación:   Construcción de la Masculinidadyfeminidad 


Ver el Video que está en la carpeta que indicará la docente.

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